Como si se tratara de un fenómeno natural, la ciudad va sintiendo, al principio imperceptiblemente y luego, cada vez con más intensidad, su propia vibración telúrica. Miles de ciudadanos van acompasando sus ritmos los meses y días anteriores hasta que el 9 de agosto entran en resonancia.
Los colores blanco y verde se apoderan y generan el imaginario de una ciudad que, con escondida nostalgia, vivirá su normalidad contemporánea el resto de los 358 días del año.
Del 9 al 15 de agosto, Huesca descarga sus energías acumuladas todo el año, en una toma de tierra que le reconcilia con sus antepasados, con sus orígenes y con sus tradiciones.
Nadie se siente extraño en Huesca esta insólita semana de agosto, con la condición de unirse a la riada blanca y verde que invade las calles desde primeras horas de la mañana hasta hacer desaparecer la separación entre el día y la noche.
Todo lo mejor de la programación cultural de una ciudad como es Huesca, pero recuperando el sabor que tienen los pequeños pueblos, el contacto directo con las personas y la sensación de que la calle se ha hecho para ser vivida.
La Albahaca, los Danzantes, las Mairalesas, las Peñas y los más variados actos tradicionales ponen el contrapunto original a unas Fiestas homologables en su programación artística a las mejores propuestas veraniegas de este país.
El programa de fiestas constará este año de un total de 330 actos, en su mayor parte gratuitos y en la calle, con los que se pretende implicar a la sociedad oscense y a turistas y a visitantes en el desarrollo de los festejos a fin de que puedan «disfrutarlos con intensidad». Un programa en el que se integran los festejos taurinos como uno de los «platos fuertes» de las fiestas.
El programa también incluye las actuaciones musicales, en el escenario que se habilitará en la céntrica plaza de Navarra de Huesca, de los grupos Seguridad Social, Efecto Pasillo y Noche Sabinera, formado este último por los músicos que suelen acompañar al cantautor Joaquín Sabina. Además de estos conciertos, las fiestas contarán con la participación de conjutos folclóricos de distintas procedencias que actuarán por las calles de la ciudad, y de grupos de animación urbana.
El recinto de las Peñas, junto al Palacio de Congresos de la ciudad, será el último refugio de las noches laurentinas y un foco de atracción con el que se pretende atraer a los jóvenes que en años anteriores celebran botellones en zonas verdes cercanas.
Programación Fiestas Laurentinas
Para saber más: fiestassanlorenzo.es